Jorge Gonzáles Rodríguez and Juan Carlos Armengol Manzo

4 de marzo de 2011

En el Hospital Amalia

Visita de la Virgen de la Caridad al Hospital Docente Clínico Quirúrgico Amalia Simoni de Camaguey

Por: Mirtha Hidalgo Pedroarias

 

Camagüey: marzo 3 (2.00 p.m.) Las tres virtudes teologales se dieron cita en la tarde de hoy. La fe, que mueve montañas y hace crecer la esperanza y la caridad, o lo que es lo mismo, el amor, estuvo presente en el alma y en el rostro de las personas que recibieron a la Virgen Santísima en su recorrido final por la ciudad de Camaguey en la tarde de hoy, en especial, en el Hospital Amalia Simoni. Personal de la salud, de servicios, los enfermos que pudieron llegar hasta el lugar de la visita, enfermos de consulta externa y personas de los alrededores, esperaban con sentido júbilo la llegada de la Virgencita de la Caridad, como se oía decir. 

Monseñor Juan, arzobispo de Camaguey inició la presentación con la lectura de la palabra de Dios, de la Santa Biblia. Invitó a todos a rezar el Ave María y el Padre Nuestro, y estas oraciones se escucharon como una sola voz.  Es posible que algunos de los presentes no las hubieran rezado jamás, pero es imposible pensar que, a partir de ese momento, no vuelvan a hacerlo y que este haya sido el momento en que la fe, la esperanza y el amor a Dios y por Dios y su Santa Madre, haya tocado su corazón y su espíritu para siempre. 

Monseñor Juan pidió en oración conjunta por los que carecen de salud, y solicitó porque el personal de salud y de servicios preste con desinterés y abnegación sus servicios a los necesitados; de igual forma, propició que las personas que deseaban hacer peticiones a la Virgen, de carácter personal y familiar lo hicieran; también de aquellas personas que sienten la necesidad de lograr sueños hermosos, para ellos y sus familiares, tuvieran el momento y el lugar oportunos.  Pidió, de igual forma, por la unidad y el amor entre los cubanos.

Las monjitas de la congregación de las Sanchinas y algunas personas del coro de la Iglesia de San José animaron esta visita con cantos y oraciones.  En la despedida, como buenos cubanos se cantó con regocijo esa canción que se saben todos y que ha expresado siempre el sentir de este pueblo: …y si vas al Cobre, quiero que me traigas, una Virgencita de la Caridad Demos Gracias a Dios, porque nos trajo ese regalo, nos trajo a la Virgencita y la fe, la esperanza y el amor encontró terreno fértil en el que crecer

 

 

 

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