Llegada a Donato
Por: Ariel Morales y Maité Brito
Este pequeño pueblo al borde del ferrocarril norte, sintió la presencia de María desde muy temprano.
Las Hermanas de la Compañía de María, que llevan el amor a ese pequeño pueblo a través del Evangelio, fueron repartiendo la noticia por todo el lugar en su camioneta, acompañada de varios misioneros, que portaban una estampa grande de la Virgen elevada en señal de anuncio.
Ya a las cinco y media de la tarde llegó la Mambisa, que fue recibida entre aplausos de niños, ancianos y mayores, la esperaban con sus alegrías, sus penas, sus sufrimientos, con todo el amor que ese pequeño sitio podía brindar a María. Entre col y col, ponemos un poco de lechuga. El momento fue propicio para que dos adolescentes, que no conocían nada de la vida de Jesús y de su Madre, lo hicieran a través de la voz del P. Bastian, al que en un momento comieron a preguntas. La personas sentían que Dios se había acordado de ellos y les había mandado a su Madre para que recogiera las promesas, las preocupaciones, las intensiones todo en un gran abrazo de ella hacía los que estábamos presentes.
Alrededor de las siete y media de la noche partimos de aquel lugar, convencidos de que nos llevábamos la Imagen, pero dejábamos a María en los corazones de quienes nos despedían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario