El segundo día de los nueviteros con María
Por: Laura María Hevia Genaro
Camagüey: 11 de marzo (10:00 a.m.) Amaneció la Iglesia con el rezo del rosario a la Virgen, momento en que reinó el silencio de oración profunda. No faltaron las manitas de flores traídas al altar de María, ni las llamas chispeantes de las velas, cada una en nombre de una súplica, unas gracias, un corazón.
Hoy también fue un día en que enfermos, embarazadas, niños y jóvenes asistieron al templo para ser bendecidos en nombre de Dios por manos de Mons. Juan García, arzobispo de Camagüey, P. Enrique y P. Juanín, sacerdotes de la comunidad.
Entre vientres de futuras madres y risas de niños anduvo la tarde, y la noche, sin más prisa que la de andar despacio, regaló una concurrida misa y una vigilia de oración.
El espacio se hizo pequeño para tanto pueblo, más hubo María para todos, los de adentro y de afuera, los de adelante y de atrás llevaron un poco de esa sagrada imagen, de esa eterna caridad que sin duda alguna nos une.
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