Jorge Gonzáles Rodríguez and Juan Carlos Armengol Manzo

3 de marzo de 2011

Testimonio de una maestra que asegura le debe su esperanza a la intercesión de la Virgen

 
De enferma a misionera

Por: Loyda Mendoza Hernández

 

Camagüey, marzo 1ro (3 p.m.) Como seres humanos nos sentimos frágiles ante las difíciles situaciones que se presentan a lo largo de la vida. Así se sintió Arelis Navarro Boudet, maestra de profesión, cuando luego de someterse a exámenes médicos en el 2001, le fue diagnosticado un cáncer de páncreas que se había extendido a órganos vecinos. Luego del tratamiento quirúrgico se indicó quimioterapia. Su físico estaba depauperado, pero su espíritu fortalecido. Ella confiaba en el amor de Dios que escogió a una sencilla mujer para enviar al mundo a su Hijo Jesús y salvarnos.

Para ella el apoyo espiritual de su comunidad y del sacerdote constituye un aliento que todavía agradece. Arelis contemplando su dolor a la luz del misterio de la Cruz de Cristo, pidió con mucha fe a la Virgen María que le presentara a su Hijo Jesús el anhelo de curarse. La Virgen de la Caridad la escuchó como hace con todos sus hijos y desde el año 2002 esta maestra camagüeyana ya jubilada, lleva flores y mucho amor a la Patrona de Cuba en su Santuario del Cobre.

Arelis tiene ahora 69 años. Quien la vio en aquel año 2001 no puede creer que es la misma, todos exclaman: "ha sido un milagro!!!". Ahora es visitadora de enfermos, catequista, misionera y ministra de la eucaristía. Y su gran orgullo, tener una hija monja.

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