Jorge Gonzáles Rodríguez and Juan Carlos Armengol Manzo

21 de febrero de 2011

Hasta pronto, Madre

Hasta pronto, Madre

Por: Pablo M. Marrero Álvarez

Camagüey, febrero 21 (5:00 p. m.) Pasó la Peregrina en medio de nosotros y su gracia nos cubrió, dejó profundos sentimientos de gratitud, fidelidad y amor, poniendo a la vista de todos que Dios la escogió para ser la “bendita entre todas las mujeres.”

Niños de la catequesis, jóvenes y adultos, en representación de esta parroquia, que se extiende hasta el municipio de Najasa y es animada por los padres salesianos, se dirigieron a la Virgencita con estas palabras.

Niños

·   Virgencita de la Caridad, míranos con tus ojos de madre amorosa y enséñanos el camino hacia tu hijo Jesús.

·   Madre amorosa, gracias por visitar nuestra parroquia dejando en ella una brisa suave de esperanza y de amor para todos los cubanos.

·   María de la Caridad, acoge bajo tu manto a todos los niños cubanos, para que brille en nosotros la luz de Cristo.

Jóvenes

María sigue y seguirá invitando a que experimentemos  a Jesús, a que vivamos su evangelio de amor. La Virgen de la Caridad, la Virgen del amor nos invita a cambiar, nos invita a unirnos, a que cada persona viva en plenitud, la entrega y el servicio por los demás, sin importar su credo o ideología.

María de la Caridad, humilde joven madre de Dios, muestra que la verdad está en los pequeños y humildes, que la verdad está en las relaciones sin dobleces, en las relaciones limpias y sinceras. Que los jóvenes sigamos a  María de la Caridad, que su imagen nos recuerde nuestro verdadero camino.

Adultos

Querida mamita de la Caridad: Peregrina y mambisa

Ya somos adultos, pero nos seguimos sintiendo tus niños. Te despides hoy de nosotros, porque vas a visitar a otros hijos tuyos que te esperan ansiosos.

Aquí dejas, tu mirada de amor y a tu hijo Jesús, vivo en la Eucaristía, y que nos da la vida.

El camino a Jesús esta trazado por ti, Estrella del mar. Te prometemos, Madre, que con la fidelidad, con el amor, con la humildad, con la confianza, y el perdón que siempre nos has enseñado, formaremos a nuestros hijos e hijas, a nuestros nietos y nietas, con la máxima de Caná de Galilea: “Hagan lo que Jesús les diga”

Tú nos unes, Mamá; bendícenos. No nos abandones nunca.

A ti, Jesús, gracias, por este regalo tan lindo que le has dado a esta comunidad.

¡Viva la Virgen de la Caridad!

 

 

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