Procesión en la ciudad de Camagüey. La paz la trae la Caridad del Cobre.
Por: Gelsys M. García Lorenzo
San José, Camagüey, 27 de febrero (8:30 am): En la mañana de este domingo 27 de febrero, la Virgen peregrina llegó a las calles del reparto La Vigía, ciudad de Camagüey. En procesión por 6 cuadras, el pueblo acompañó a la imagen hasta las puertas de la parroquia de San José. La banda municipal, los niños de la catequesis, los sacerdotes de la Compañía de Jesús, las Siervas de María, las Misioneras del Corazón de Jesús, el Arzobispo Juan García y varios centenares de feligreses rezaron en su caminar, dieron vítores, agitaron pañuelos y ofrendaron ramos de flores.
Desde muy temprano (mucho antes de las 8 de la mañana), los vecinos del barrio aguardaban ansiosos. De camino al lugar donde debía esperarse a la Virgen pude ver a un anciano que barría las hojas de la acera mientras canturreteaba Y si vas al Cobre… Otras personas colocaban asientos frente a las puertas de sus casas para presenciar en primera fila la llegada de la Madre de todos los cubanos. Una muchacha con su uniforme de camarera de cafetería estatal esperaba el paso de la Virgen para de allí seguir a su trabajo. Una niña de 4 años sostenía el cantoral entre sus manos mientras cantaba algo de su inspiración. Los colombófilos aguardaban en las esquinas o en algún balcón para lanzar sus palomas.
La procesión estuvo plagada de momentos efusivos y culminó con las palabras del párroco Jorge William Hernández sj y con las de monseñor Juan García. Ya al final, frente a la iglesia, cuando miré a mi lado hallé a una señora que ondeaba una rústica banderita confeccionada manualmente. La banderita no era más que un trozo de unos pocos centímetros de tela blanca con un bordado de letras disparejas, con hilo rojo y faltas de ortografía, lo reproduzco tal cual: "La paz la trae la caridad del cobre" (sic). En esa mujer sencilla ha calado el mensaje de la Virgen, la esperanza que nos trae y, de veras, me sentí afortunada porque quizás muchos entre la multitud no pudieron ver esta banderita, quizás muchos vienen a pedir o a traer sus flores y velas, pero esta señora humilde había venido a anunciarnos que a la Caridad no hay que pedirle que ella sabe lo que necesitamos, que ella es toda dádiva, que ella sin peticiones viene a dar.
Juan Carlos Armengol Manzo
Arzobispado de Camaguey
Cuba.
Telefono: 285333 ext 119
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