La Virgen en los caminos de Najasa

La Virgen en los caminos de Najasa

Cuatro Caminos, Najasa. Camagüey: febrero 5 (8.30 p.m.)

Por: Osvaldo Gallardo González

La Virgen hace camino al andar. No se despide, porque se queda con sus hijos. Hoy desanda la ruta histórica del Himno Invasor. La Mambisa vuelve a la carga y toma la senda de Cuatro Caminos de Najasa.

Parada en Batalla de Guisa

La hermana sanchina Isabel de Armas anda tras la Virgen desde su llegada a Camagüey; se acerca y me dice que tiene que contarme lo que pasó en el camino, sostiene su nerviosismo frente a la grabadora, y le pido brevedad porque las baterías están agotadas (solo 30 segundos): “Veníamos hacia Najasa y en Batalla de Guisa había un grupito de personas. Se detuvo allí la camioneta de la Virgen, comenzamos a llamar y a cantar, y en menos de diez minutos se congregó un grupo de 120 personas, que muy animosas honraron a la Virgen, rezaron a sus pies, y recibieron una estampita. Con mucha devoción, repitieron la oración al dorso de la estampita. Todo el pueblo corrió feliz a despedir a la Virgen.”

En Cuatro caminos

Cuatro caminos es la cabecera del municipio de Najasa, una gran parte de la comunidad está formada por edificios y, a la entrada, una plaza para actos políticos. Una enorme valla recuerda en este lugar la fundación del Frente Camagüey en 1958, en la guerra de insurrección contra el gobierno del dictador Batista.

No encuentro referencia visible en algún sitio, pero en esta zona compuso la letra del Himno Invasor, en la Guerra del 95, Enrique Loynaz del Castillo, mambí de recia estirpe camagüeyana. Hoy llega la imagen Mambisa de la Caridad del Cobre, la dueña de nuestra historia religiosa y patriótica a este sitio, y el hecho crea una hiladura espiritual con las gloriosas gestas que formaron la patria.

Varias decenas de personas se reúnen; pero cuando el diácono José Antonio Morales Oropesa anuncia que viene la Virgen aparecen cientos. Es difícil contarlas, pues se ubican a ambos lados de la avenida que marca la entrada al lugar.

El arzobispo se baja del carro y luego de unas palabras, invita al coro a que entone las notas del Himno Invasor: la Mambisa se siente en casa. Una larga procesión la acompaña hasta la vivienda familiar que sirve para la reunión cada domingo de la comunidad cristiana. El portal engalanado la protege de la amenaza del cielo.

Se suceden cantos, alabanzas, el Padre Dariusz, sacerdote salesiano polaco, invita al gozo espiritual de recibir a María en nuestra casa. El Rvdo. José Antonio presenta las ofrendas de Cuatro Caminos a la Madre: una familia guajira trae un ramo de flores silvestres, símbolo de la belleza natural de esta zona; otra familia campesina trae un resto fósil de los que abundan en esta geografía y una tercera presenta un poco de tierra de la cueva que sirvió de hospital de campaña a la capitana Rosa, la bayamesa. Una cueva que también sirvió de capilla y a la que, en una de sus paredes, Rosa pintó una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre; hasta allí llevaba a los enfermos y heridos para rezar por ellos.

Cuatro Caminos vibra con esta visita, especialmente cuando la joven Maria del Rosario, lee las décimas que escribió para la ocasión Margarita Martí:

Eres la Virgen Mambisa,

Eres tú la peregrina.  

La que por Cuba camina,

Despacio, sin  una prisa.

Eres como fresca brisa

Que en Najasa hoy nos reúne

Y para que nadie dude

Cuando el rosario te rezo,

Te digo, entre beso y beso

¡Que la Caridad nos une!

Nos vamos ya tarde, luego de ser testigos de la presencia de la fe, imágenes en el recuerdo: el señor todo vestido de verde con un botón rojo en la mano, los rostros de los niños —como en todas partes— y las madres que esperan la bendición de la Madre. Es tarde ya, creemos que Cachita se quedará sola, pero alrededor de las 9.00 p.m., hora anunciada para una velada de oración, aparecen cientos de lugareños otra vez. Ojalá ese sea el regalo de la Virgen para Cuatro Caminos: una sola familia.